Continuando con el post anterior, ya sabéis que es el secuestro emocional ¿??¿?¿?
Fácil, mi cerebro emocional secuestra a mi neocortex. Es decir, toma el mando.
Nos consideramos seres racionales, y por eso creemos que nuestro neocortex, nuestro pensamiento, se encuentra al cargo de todo, pero en realidad son los cerebros anteriores los que llevan el peso de las decisiones. Esto es porque son cerebros evolutivamente previos, desarrollados para la supervivencia, y sobre este punto, y con gran acierto, la supervivencia de nuestro organismo tiene prioridad.
Cuando la situación que se cree experimentar es evaluada como peligro, amenaza o estresante, el sistema se pone en funcionamiento, pero ¿cómo?
Os acordáis de los ejemplos que puse en el anterior post?, Siguiendo con ellos, voy a contextualizar uno para que veáis como es el funcionamiento de nuestros tres cerebros.
(Juan como todos nosotros podía haber reaccionado huyendo, atacando o quedándose parado, pero su tendencia habitual es la huida.
Así que de repente, se le dilataron las pupilas, subió su frecuencia cardíaca, sus niveles de adrenalina, noradrenalina y cortisol, y por supuesto se activó la tensión muscular de sus piernas, dispuestas a ¡correr como el viento!
Es decir se desencadenó lo que se denomina respuesta adaptativa.
¿Que le pasó a Juan para que reaccionase así? Resulta que cuando tenía 3 años, estaba con su hermano jugando a hacer fuego cuando se dio cuenta que unos ojos grandes y amarillos le miraban fijamente. Los ojos eran de un dinosaurio tan grande, tan grande que se asustó mucho.
Aquella experiencia fue guardada por su cerebro emocional como una situación de alarma, asociada a la emoción miedo. Por eso, cada vez que Juan ve un dinosaurio, siente miedo, porque la información es rescatada por el cerebro en pack. (dinosaurio+miedo).
¡Espera, todavía no he acabado la historia! Mientras el cuerpo de Juan se preparaba para huir, su neocortex continuaba evaluando la situación, a su ritmo, un ritmo más lento que los otros cerebros. Y observó que el dinosaurio era pequeño, estaba atrapado, y se encontraba a 5 metros de distancia de él.
¿Que ha pasado? ¡Supervivencia! El efecto de la supervivencia ha actuado. Si os acordáis de las características de nuestros cerebros, tanto el emocional como el reptiliano son muy rápidos, evalúan, deciden y actúan. No esperaron la evaluación del neocortex. Decidieron que Juan estaba en peligro y que la mejor opción era huir.
¿Qué te parece esto del secuestro emocional?. La historia es de Juan y los dinosaurios, pero ahora, con toda esta información, puedes pensar en tu historia y en tus “dinosaurios”, es decir, en esas situaciones que te producen miedo, angustia, enfado, alegría…, esa reunión de trabajo, esa llamada, esa actividad deportiva, esa persona, etc
Igual te ha sorprendido que incluyera la alegría en el párrafo, pero lo he hecho conscientemente. Todas son emociones y su función es informar. No hay buenas ni malas, solo hay información y en función de cómo la manejemos ocurrirán unos pensamientos u otros, y por tanto, unas reacciones, unas decisiones, u otras. Pero de esto os iré hablando en los siguientes post :)
Volviendo al tema. La ciencia ha demostrado que nuestro cerebro emocional juega un papel importante en nuestras acciones, reacciones y decisiones.
Ser conscientes de la información que nos ofrece va a posibilitarnos integrarla en nuestro neocortex, y conseguir superar los conflictos internos a los que nos enfrentamos diariamente. Tendremos la capacidad de manejar y gestionar nuestras emociones y en definitiva ser un poco más felices.
¿Que hará Juan? ¿Correrá? ¿O será capaz de gestionarse, de unificar todas las informaciones que recibe, emocional y racional, para tomar una decisión propia, consciente, segura?
¿Qué quieres hacer tú?
Cuando llegues al final de esta serie de post, estoy segura que habrás mejorado tu capacidad para gestionar tus emociones y en definitiva conseguir ser un poco más feliz.
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