Se acerca el 2015 y como todos los eneros nos esmeramos en pensar qué vamos a hacer de diferente este año para conseguir esos objetivos que año tras año nos empeñamos en perseguir.
¿Pero que ocurre? pues que al final del año nos encontramos con que no hemos hecho nada, o no lo suficiente, o no hemos sido muy constantes para conseguir esos objetivos.
Y entonces pueden ocurrir dos cosas, o nos frutramos y abandonamos, o simplemente decidimos que es, en este siguiente año, cuando vamos a esmerarnos de verdad y los vamos a conseguir.
Ponerme en forma, aprender inglés y dejar de fumar, ¿Es un clásico o no? lo hemos hecho todos y ¿cuántos de vosotros habéis alcanzado los objetivos?!
De esta forma no vamos a conseguir nada o por lo menos no lo suficiente, por varias razones.
- Pensamos en cumplir los objetivos a principios de año, y según avanza el primer trimestre pasan a un segundo plano o tercero o cuarto.
- Enunciamos los objetivos mal
- Elegimos los objetivos a cumplir sin pensar si de verdad son los que queremos
En este post voy a proponerte un método para que de verdad consigas tus objetivos.
Se trata de dedicarle a tu vida 20 minutos. ¿Estás dispuest@ a ello? ¿Te lo mereces?
Primero coge papel y boli, y escribe los objetivos. Pueden ser a nivel profesional, personal-íntimo o ambos. Haz una lista enunciándolos de una forma sencilla, clara y concreta. En una línea tiene que quedar bien expresado el objetivo, entendible cuando lo leas dos meses más tarde.
Atención!! Piensa que los objetivos tienen que ser aspectos que puedas conseguir tú!! Encontrar trabajo es un objetivo que depende de ti pero también de los demás, ya que alguien tiene que contratarte. Si existe un factor externo que no puedes controlar, no es un objetivo bien formulado. En este ejemplo, un objetivo bien formulado sería:" repartir 200 CV, inscribirme en las redes sociales de búsqueda de trabajo, dedicarle una hora diaria a buscar trabajo."
Segundo, relee la lista y subraya los que de verdad quieras. Son esos a los que estás disupuest@ a esforzarte por conseguir. Son esos a los que de verdad vas a dedicarles tiempo y cuya consecución te importan de verdad. Son esos por los que tienes más de una razón para conseguirlos y que cuando los piensas, los lees o los escribes, te producen por dentro un cosquilleo placentero.
Desde mi experiencia os cuento que cada año me apuntaba a una academia de inglés, cada año a una diferente, esperando que la nueva me diera más que la anterior. Quería aprender inglés porque ... bla bla bla.
El año pasado decidí que paraba de invertir más dinero en algo por lo que no me esforzaba nada. Iba a clase, pero los ejercicios los hacía rápidamente un rato antes, por aquello de la responsabilidad. Pero de una clase a otra no pensaba en inglés ni un solo minuto. Casi al contrario, me daba una pereza tremenda tener que salir de casa para acudir. ¿En serio pensáis que yo quería aprender inglés?
Tercero, ponte un tiempo límite para conseguir cada objetivo. Un tiempo acorde, no quieras ser ni muy rápido ni muy lento, porque en el primer caso es posible que te frustres al llegar el tiempo límite y no haberlo conseguido, y en el segundo caso, es posible que te relajes tanto que al final pierdas interés en avanzar. Tiene que ser un tiempo que consideres realista, ajustado a tu ritmo de vida, a tu organización de casa, de trabajo, de amigos, de familia, etc.
Cuarto, Vamos a repasar los objetivos y a afinarlos un poco más.
- ¿Están enunciados de una forma sencilla, clara y concreta? Si ¿Dependen solo de ti? Si
- ¿Son realmente importantes para mi conseguirlos? ¿Merece la pena el esfuerzo? Si
- ¿Tienen todos un tiempo límite para conseguirlos? Si
Perfecto, ahora, para afinar un poco más esos objetivos vamos a hacerlos medibles. Pregúntate con cada objetivo lo siguiente, ¿Cuánto?
por ejemplo, Objetivo: quiero adelgazar, ¿cuánto? 6 kg. Objetivo: Adelgazar 6 kg.
Objetivo: quiero conseguir más clientes, ¿cuántos? 5. Objetivo: Aumentar mi cartera en 5 clientes.
Quinto, Ponlo bonito, atractivo, Hazlo tuyo. Lo vas a ver tu y nadie más, así que dedícale unos minutos y piensa en cómo es mejor para ti; para cuando al visionarlo después te siga motivando.
Puedes usar colores, fotografías. Colocarlo en un Word, o en Power point, o en papel. Escribirlo en círculos, o en una lista, o en varios pos-it. Da igual el cómo mientras tu quedes satisfech@
Sexto, revisa tus objetivos cada cierto tiempo. No los dejes caer en el olvido. Vuelve a ellos, lee lo que escribiste y repasa si el camino que estás siguiendo para conseguirlos está funcionando o tienes que cambiar algo.
Y muy importante, ¡fundamental!, cuando hayas conseguido un objetivo ponle un ok! La satisfacción es enorme y las ganas de seguir trabajando para colocar otro ok en tu hoja de objetivos se incrementará más y más.
Yo soy una persona muy visual y en mi hoja de objetivos utilizo fotos mías y de lo que quiero conseguir. Le dedico bastante tiempo a elegir fotos mias, buscar fotos en internet, elegir el tipo de letra y dejarlo bonito, atractivo, En la hoja del 2014 incluí objetivos personales y profesionales, 10 en total, de los cuales he conseguido 7. !!He alcanzo un 70% de éxito!!
En base a mis deseos, expectativas, y casi éxitos pasados, elaboraré mi hoja de ruta del 2015. Ya tengo en mi agenda el hueco, la última semana del año.
¿Y vosotr@s? Déjame tus comentarios aquí abajo y si te ha gustado el post compártelo con tus amigos.
¡Estaré encantada de leeros!
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