Hoy voy a explicaros un ejercicio de PNL super valioso que podeís poner en práctica vosotros mismos cuando estéis muy saturados. Y lo primero que haré será empezar por el principio.
Porque digo esto? pues resulta que al preparar el artículo he revisado post anteriores sobre el tema para no ser pesada y repetirme, y tengo que reconocer que al releer La magia de la PNL me ha parecido algo denso... Así que voy a empezar por el principio y fácil, fácil.
Mira esta foto, ¿Que ves?
Pinterest, http://weheartit.com/entry/57613239/via/DariaTis |
Yo veo un cachorro guapísimo, un animal
maravilloso, cariñoso, que me inspira ternura y compasión. Me dan ganas de acariciarlo, de jugar con él y de tenerlo en casa. Me encantaría que cada vez que llegue a casa salga a saludarme y que cada día al levantarme me mire moviendo el rabito muy contento.
Tu puede que veas un ser pulgoso sin ninguna gracia. Una fuente de infecciones...
O puede que veas un animal
agradable pero al que no harías un hueco en tu casa...
O puede que veas una amenaza...
O puede que veas...
Este es uno de los principios básicos de la PNL, cada persona tiene su mapa, y el mapa no es el territorio.
¿¿Qué quiere decir esto??
Cada
uno de nosotros organiza en nuestra mente lo que percibimos del mundo a través de los 5
sentidos, vista, oído, gusto, olfato y tacto.
Además configuramos nuestros pensamientos, emociones y formas de comunicarnos con nosotros y con los demás, con nuestra particular forma de pensar, en la que tiene mucho que ver el lenguaje.
Todos estamos mirando la misma fotografía, pero cada uno percibe aspectos diferentes, siente emociones diferentes. Estas diferencias se derivan de nuestras experiencias que han podido ser diferentes o no, pero lo que es seguro es que cada un@ las vivió y organizó de manera diferente, lo que ha resultado en tantos mapas como personas.
Y tu mapa es el territorio? o es mi mapa? En realidad ninguno de nuestros mapas, es el territorio.
Os propongo un ejercicio de calibración personal para que comprobeis
- la importancia de las emociones en los recuerdos
- y la influencia de los cambios de postura corporal
Previo
1.- Acomódate en una silla, será el entorno desde el que realices el ejercicio.
2.- Busca una situación poco agradable, una que te resulte algo problemática, pero que no sea la mayor para tí.
En cada punto del ejercicio cambiarás la postura en la silla. Con cada cambio recuerda la situación de nuevo, intentando que siempre sea de la misma forma.
3.- Y en el instante en que la estés sintiendo, pregúntate:
- ¿dónde sientes la emoción? (en el corazón, el estómago,...)
- ¿Cuál es la intensidad?
- ¿qué recuerdas más en esta postura? los sonidos, las imágenes, los olores...
Ejercicio
4.- Desde una postura cómoda, apoyad@ en el respaldo y con los pies en el suelo, cierra los ojos situándolos "mirando" hacia delante. Ahora, piensa en esa situación durante unos segundos, hasta que la sientas. ¿En que parte del cuerpo la sientes? ¿con qué intensidad? ¿qué recuerdas más y con más intensidad, los sonidos, las imágenes..?
5.- Ahora cambia tu postura inclinando tu torso hacia delante, ¿dónde sientes ahora esa emoción?
6.- Vuelve a la postura anterior e inclina la espalda hacia atras, sigue con los ojos cerrados, y muévelos hacia arriba. ¿Cual es la intensidad de la emoción? ¿qué recuerdas más sonidos, imágenes..?
7.- Cambia la postura a una que sea habitual para ti. ¿En qué parte sientes la emoción ahora?
8.- Por último, siéntate en una postura nada habitual para ti, ¿dónde sientes la emoción? ¿cuál es su intensidad?
Cuando yo hice el ejercicio me pareció espectacular los cambios tan enormes que se consiguen con un cambio tan pequeño de postura. Es la unión de mente-cuerpo, recuerdos-emociones
Ahora, ya habéis podido comprobar por vosotr@s mism@s cómo las emociones organizan la información y cómo al recordar una situación, ésta acude a nuestra mente unida a la emoción. Y también habéis podido comprobar cómo es posible cambiar la emoción, su intensidad, con un simple cambio corporal.
Teneis en vuestro poder una herramienta para esas situaciones que nos rondan y no nos dejan conciliar el sueño. Para esas situaciones que nos hacen "run run", y nos dejan sin energía, y que además no llegamos a solucionar, bien porque ocurrieron hace tiempo, bien porque no sabemos o no queremos, bien por lo que sea...
¿Y ahora qué? Cuando te vengan a la cabeza esas situaciones cambia tu postura corporal. De las que has probado en el ejercicio, utiliza la que te aleje de aquello, la que te haga sentir menos.
Hazlo cada vez que tengas la situación en la cabeza y con la repeteción conseguirás cambiar las repercusiones emocionales que tiene esa situación en ti.
¡A por el cambio!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos queremos leerte