Para conseguir nuestras metas es fundamental visualizarlas y hacerlo a lo grande.
Si yo deseo una situación laboral determinada, como un ascenso, mejor salario o mejores condiciones en general, un trabajo acorde a mi formación, o un trabajo que me permita conciliar mi vida personal. O si soy autónomo o empresario, probablemente quiera aumentar mi facturación, mis clientes, mejorar algún producto o servicio, innovar.
Si pienso sobre mi situación personal, tal vez quiera una relación estable, aumentar la familia, mejorar la calidad de mis relaciones, o encontrar más tiempo para el ocio, aumentar mi conocimiento o sentirme mejor.
Se me ocurren un montón de deseos para mejorar nuestras vidas, y seguro que conforme lees estas líneas has visualizado y sentido alguna para ti.
Cuando hablo de visualizar nuestros deseos, hablo de imaginar la situación ideal, aquello que quiero alcanzar. Y ya que nos ponemos a imaginar ¿Porqué no hacerlo a lo grande? ¿Porqué vamos a quedarnos con solo una parte, pudiendo tenerlo todo?
Estamos acostumbrados a conformarnos y adaptarnos a lo que tenemos seamos felices, muy felices, poco felices o nada felices con ello.
¿Y ya está?! ¡NO! es posible mejorar. Nuestro organismo está preparado para aprender y adaptarse, estamos programados para la supervivencia.
En el caso de los animales, se trata de cumplir todas las funciones vitales, comer, dormir, reproducirse, etc.
En nuestro caso también, solo que en nuestra sociedad actual, ¿cuáles son nuestras funciones vitales? ¿Cuál es nuestra supervivencia? El trabajo, las relaciones, la familia, el ocio, la salud, la economía, el desarrollo personal, por ponerte algunos ejemplos.
Ya lo he dicho en otras ocasiones, nuestro cerebro evalúa y analiza la información y en función de eso envía las señales necesarias al resto de nuestro organismo para que se ponga en funcionamiento y pueda cumplir las acciones necesarias con respecto a dicha situación.
Lo interesante es que nuestro cerebro no distingue la realidad de la ficción. Va a analizar y evaluar en la misma medida una situación real que una imaginaria. De ahí que cuando pensamos en esa reunión de trabajo que tenemos mañana y que imaginamos complicada, nuestro cuerpo se pone nervioso y ansioso. Ya se está preparando para lo que va a acontecer. Y al día siguiente acudiremos a la reunión en un estado de estrés sin realmente saber cómo va a ir la reunión.
Mi propuesta es la siguiente
Visualiza en positivo
Imagina que tu reunión va a ir fenomenal, que vas a ser capaz de entender, comprender, responder, y negociar de una forma espectacular y que el resultado final va ser satisfactorio. Piensa en grande: ¡¡el resultado va a ser muy satisfactorio!!
Ayuda a tu cuerpo a que se prepare para un buen escenario. Tus músculos te proporcionaran una buena postura, tu respiración estará calmada y tu corazón bombeará sangre a un ritmo adecuado, te sentirás segur@ y capaz, simplemente porque tu cuerpo le estará retroalimentando a tu cerebro en la misma línea. Y de esta forma la pescadilla que se muerde la cola, estará de nuestro lado. Y otro punto muy interesante, los demás asistentes de la reunión, también te verán segur@ y capaz. De nuevo la pescadilla que se muerde la cola estará de nuestro lado.
He puesto un ejemplo, una reunión de trabajo, ahora te toca a ti pensar que es aquello que quieres mejorar, y dedícale unos minutos al día para visualizarlo.
Estamos preparados-programados para aprender y sabemos cómo hacerlo. Así que ¿porqué no? Está demostrado cuan potente es nuestra mente, usemos lo que sabemos en nuestro beneficio.
Imagina a lo grande, que no le falte detalle, colores, espacios, personas, música, que te haga sentir super bien, super feliz.
Este es el primer paso. Te aseguro que merece la pena.
¿Puedes sacar 5 minutos para sentirte mejor? ¿Te parece un buen precio para tí?
Y si quieres saber más sobre cómo puedes alcanzar tus metas, ya sabes que puedes contar conmigo como coach. En la primera sesión nos conoceremos y trazaremos un plan que pueda ayudarte.